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[grupo slug="los-punsetes"]Los Punsetes[/grupo] están de vuelta con un disco que recupera, en parte, la espontaneidad e inmediatez de sus primeras entregas. Ellos afirman que recuperan su vertiente más punk y acelerada, dejando a un lado la limpieza de su anterior trabajo: [disco slug="una-montaña-es-una-montaña"]"Una Montaña Es Una Montaña" (Everlasting, 2012)[/disco], pero el cambio no termina de consolidarse y los esquemas son muy similares. De la producción vuelve a encargarse Pablo Díaz-Reixa ([grupo slug="el-guincho"]El Guincho[/grupo]), pero en esta ocasión las directrices son otras. "
Pablo me dijo que el disco anterior estaba cantado muy bonito y que no quería eso, quería que cantara como si estuviese enfadada", comenta Ariadna en una reciente entrevista en MondoSonoro.
Esa idea de enfado se transmite a unas canciones que ganan crudeza y contundencia, pero sin grandes sobresaltos. En sus canciones nos encontramos con la impotencia, el odio y la frustración, con el desencanto de una realidad que produce náusea continua: "
Amanece más temprano". La rabia aumenta con "
Bonzo", la frustración ante una realidad que produce que la muerte en vida sea más habitual de lo que debiera. Nos encontramos con una sección rítmica que recuerda a [grupo slug="los-planetas"]Los Planetas[/grupo] de épocas pasadas.
"
Me gusta que me pegues" es la provocación, el escupitajo en la cara de las mentes bien pensantes y defensores de la doble moral como forma de vida. Una canción que recuerda a esos hits cargados de mala leche marca de la casa, como "
Dos policías" o "
Tus amigos". Con frases como “
encuentro tus hostias fascinantes” o “
hoy tienes 2×1 en mi mejilla”, me gustaría saber qué hubiese ocurrido si esta canción la cantase un grupo mainstream con un vocalista masculino.
En "
Arsenal de excusas" y "
Tan lejos, tan cerca" muestran otra cara, la de la melodía más cercana a la luz. Ariadna cambia de registro vocal y las instrumentaciones le acompañan buscando la armonía. "
Museo de Historia Natural" mantiene esa esencia de pop melódico, "
Los últimas días de Sodoma" vuelve a traer ese sentimiento agrio para con la realidad circundante: "
Esta ciudad se merece un disgusto / un par de verdades a la cara / un escupitajo, una patada / un animal muerto sobre la almohada / esta ciudad se merece una plaga".
"
Opinión de mierda" trae ecos de C86 afilado, con él dejan en evidencia a los que se creen por encima del bien y del mal, a los que están en posesión de la verdad. Muy aplicable a tertulianos televisivos, héroes de los mass media y caudillos de las redes sociales.
Cierra "
Nit de l'Albà", un corte más experimental en el que las instrumentaciones se cargan de distorsión y ritmos bailables.
El disco mantiene la esencia de sus últimas entregas, pero utiliza fórmulas que comienzan a resultar repetitivas. Alguna buena canción como "
Los últimos días de Sodoma", pero en general, un disco muy lineal.