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En el segundo LP de [grupo slug="emilio-cao"]Emilio Cao[/grupo] participan Xoán Piñón ([grupo slug="generacion-49"]Generación 49[/grupo], [grupo slug="doa"]DOA[/grupo], [grupo slug="nhu"]NHU[/grupo]) a la guitarra eléctrica, Xoán R. Silvar (flauta, gaita, percusión), Cromlech (percusión, violín y cromorn) y el propio Emilio que se encarga de voz, arpa, guitarra, bajo, teclados, mandolina y zanfona. Casi nada.
Se trata de un trabajo más íntimo que [disco slug="fonte-do-arano"]“Fonte do Araño” (Novola, 1977)[/disco]. Baladas a media voz y arpa. Las dos palabras que mejor lo definen son sencillez y belleza. De la edición se encarga Guimbarda, sello creado en 1978 por Manuel Domínguez en el que también grabarían artistas como [grupo slug="benedicto"]Benedicto[/grupo], Alan Stivell o [grupo slug="vainica-doble"]Vainica Doble[/grupo].
Cortes como “
Péchame’os ollos… Lévame ao sono” consiguen llevarnos a un estado a medio camino entre el trance y la duermevela. Cierra los ojos, déjate llevar por el sueño. Esa es la premisa. Un tema tan cerca del folk como del new age.
“
A forza da lúa” trae una mayor intensidad y contundencia en las cuerdas. El arpa de Emilio viaja a través del tiempo, nos conecta con nuestros antepasados celtas mientras la luna ilumina la tierra y el mar. El aturuxo como síntoma de vitalidad, las gaitas y el arpa brindando en la noche.
El primer corte cantado es “
E o tempo fiando un pano”. Un corte desnudo, poético y melancólico con un profundo minimalismo instrumental… “
E o tempo fiando un pano / longo e gris / enriba de nós”. Aunque la desnudez alcanza máximos en “
Auroriña”, uno de los cortes más hermosos del conjunto. La melodía, la nostalgia y el recuerdo del ayer consiguen su objetivo: la emoción.
“
Cara ao val dos Loureiros” vuelve a mostrarnos un folk renovado con espíritu new age. El arpa alcanza un nuevo nivel. Cierran dos temas tradicionales, “Romance do cego andante” –se trata del corte menos intimista del disco y el que presenta una mayor riqueza instrumental y vocal- y “
Benvidas as terras do norte”.
Se trata de un disco menos inmediato que su predecesor, un disco que necesita más escuchas para ser apreciado en su justa medida.